martes, noviembre 14, 2006

De como el tlacuache encontro el amor II

II

Estaba, escrito y así lo platicó la gran tortuga, con alguno de los creadores, en los primeros días inmediatos a la creación.

Uno de los seres de este mundo, en algún momento encontraría un inmenso poder. Un poder que será capaz de provocar en los seres, los sentimientos mas increíbles que se pudiesen conocer, este poder cambiaria el mundo y el ser que lo iba a descubrir ni siquiera se daría cuenta.

La gran tortuga había esperado durante muchos, años, para poder presenciar el nacer de esa enorme fuerza y cuando Tlacuatzin llego a verla algo en su interior se movió, la tortuga supo entonces que las cosas empezarían a cambiar, esa enorme fuerza era el amor, entonces el amor estaba empezando a salir.

III

La tercera vez que Tlacuatzin, vio a la maravillosa mariposa azul fue en uno de sus viajes a la costa, ella tomaba el sol y cuando Tlacuatzin la vio su corazón comenzó a latir con una fuerza tal se empezó a escuchar como si fuera un inmenso tambor y desde entonces la olas del mar llegan con un compás rítmico a la playa. si la tortuga tenia razón las cosas en el mundo comenzaban a cambiar.

Tlacuatzin entonces empezó a acercarse hacia donde ella estaba, sus patas temblaban y sentía que no se podía sostener era como si el mundo adquiriera una dimensión absolutamente distinta y cada paso que daba era como si recorriera mil pasos mas, es a partir de entonces que el mudo se volvió tan grande y vasto. Por cada paso que Tlacuatzin daba la tierra se recorría y el mar empezó a dejar, enormes espacios de agua que ahora se llaman lagunas. La casa del gran caimán que se encontraba cerca de la casa de la abuela tortuga de repente se encontró distante. El gran caimán que también sabia la historia se dio cuenta que el amor había sido descubierto, y que el mundo comenzaba a cambiar.

IV

Tlacuatzin no se daba cuenta de esto, pero tardo tanto en llegar a donde estaba su amada mariposa que esta levanto el vuelo, y cuando llego ya había partido.

Nuestro amigo se sintió desconsolado, ni siquiera, se dio cuenta que con tanto, cambio, el ya no estaba en las tibias playas de la costa, no, estaba en lo alto de las montañas y en ese lugar sintió tanto desasosiego y pena que se puso a llorar. Muchos de los ríos que actualmente bajan de las montañas al mar se crearon cuando Tlacuatzin lloro en esas montañas.

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